Escritura Romana

Alrededor del año 500 a.C. los romanos adoptaron la cultura etrusca y su alfabeto, casi sin modificaciones.

Al transcurrir los años fueron desarrollando diferentes variaciones en las formas de las letras, para así poder cumplir distintos propósitos, respondiendo a las diferentes herramientas y soportes utilizados para cada caso.

Romana capitalis monumentalis o Quadrata incisa

Corresponde a las letras talladas en piedra, cada letra utiliza el ancho y alto de un cuadrado.

Esta característica dio origen del remate conocido como ‘’serif’’, que era una forma de evitar la rotura o quiebre de las puntas de las letras talladas en piedra con cincel y martillo.

Debido a esta técnica, y a la inclinación de 90º de la herramienta, estas letras presentaban un severo contraste entre los trazos verticales y diagonales (más anchos), y horizontales (más delgados).

Romana capitalis quadrata

Corresponde a la versión escrita con cálamo de la ‘’capitalis monumentalis’’.

El cálamo corresponde a una herramienta fabricada a partir de un trozo de caña, o pluma, con la punta cortada en forma de bisel. Este tipo de letra se utilizó para documentos oficiales y otras aplicaciones formales.

Romana capitalis rústica

Derivada de la capitalis quadrata, se considera su versión informal.

Como característica principal, sus trazos se construyen con la punta del cálamo inclinada en 45o, por lo que al formar letras más angostas, obedece a una mayor economía de espacio.

Romana uncial

Aproximadamente el el año 200 a.C. los romanos reemplazaron los rollos de papiro por ‘’códices’’ y la pluma de caña (cálamo) por la de ave, la cual era mucho más liviana y rápida.

En este momento se desarrolla como alternativa a la capitalis rustica la escritura uncial, la que más adelante daría origen a las primeras formas de escritura minúscula.

Esta escritura se caracterizó por ser un alfabeto de letras mayúsculas, de una sola altura, con sólo algunos trazos que superaban esta altura.

Asimismo, este alfabeto ya deja entrever el nacimiento de las minúsculas, con trazos bastante redondeados y una modulación de grosores más leve en algunas partes, y evidentemente más notoria en otras.

Romana Carolingia

A fines del siglo VII d.C. Carlomagno decide unificar y estandarizar el idioma y la escritura en el Imperio Romano, pero bajo un mismo alfabeto, el cual fue conocido como ‘’minúscula carolingia’’.

Este alfabeto fue ideado para satisfacer las necesidades lingüísticas del idioma latín, que se definió como idioma oficial del imperio.

La tarea de desarrollar y difundir el uso de este nuevo alfabeto unificado, le fue encomendada al monje y erudito Alcuino de York. La minúscula Carolingia fue el más consistente para la lectura de los desarrollados por los romanos.

Dos características importantes de este alfabeto son: Primero, no tiene mayúsculas, pero toma y modifica Quadratas para utilizarlas al inicio de cada párrafo, y segundo, establece de forma definitiva la separación entre palabras por espacios en blanco, en vez de los puntos utilizados hasta ese momento.

La escritura humanística

Durante el renacimiento italiano (comienzos del siglo XV), se comenzó a utilizar una escritura redondeada, que poseía formas heredadas de la escritura Carolingia.

Principalmente se utilizaron dos formas: Lettera antica formata (desde 1412) y Lettera antica corsiva (desde 1416).